Un ciudadano australiano fue prohibido de subir a bordo de un avión de la aerolínea Qantas en un vuelo Londres-Melbourne por llevar una camiseta en la que calificaba a George Bush como terrorista. Allen Jasson afirmó que demandaría a la aerolínea por atentar contra su libertad de expresión.
Ante el pedido de los funcionarios de la aerolínea de que se quitase la camiseta, Jasson se negó a hacerlo, la camiseta llevaba impresa una efigie de Bush y la leyenda 'terrorista número uno'. La aerolínea le ofreció otro vuelo si optaba por quitarse la camiseta ante lo que Jasson se negó.
Ahora los funcionarios de la aerolínea argumentan que no se permiten comentarios ofensivos contra los clientes de la aerolínea o que amenacen la seguridad del aparato ¿? Como van las cosas, no sería extraño ver una ley que prohíba también las camisetas ofensivas por considerarlas de alto riesgo para la seguridad nacional de los EEUU.
La paranoia está llegando a extremos!!
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